lunes, 29 de noviembre de 2010

capítulo uno // parte II

Además, hoy me sobra tiempo…

-Hola, mama. Hola, papá.
-Hola-responden la vez.
Mientras que me tomo un café con una tostada les suelto:
-Ah, no me esperéis ni a comer ni a cenar.
-¿Donde vas?
- Comeré con Mel y después no sé que aré ya os diré cosas.
-¡Por fin!¡esa es mi hija de siempre!
Vale, eso si era raro, me lo esperaba todo, cualquier respuesta, ¡menos esa! ¿Qué le pasaba a mi madre? Extraterrestres, ¡devolverme a mi madre!, no, mejor… quedárosla.
Debió de ver mi expresión de asombro y dijo:
-Es que desde lo de ese chico… ¡ya no salías! Pensaba que ibas para el convento…
¿Convento? ¿Tan penosa estaba?
-Bueno, pues no te preocupes, eso ya es agua pasada. Y me voy por
que llegaré tarde…
-Adiós.
-Adiós.
Estaba en la puerta de mi casa cuando reparo que no he desayunado después de todo y que solo me había ido para no tener esa charla, bueno, ya compraré algo en la panadería. Así que cojo a Bug, mi coche y voy al colegio pero antes me paro en Chocolat una panadería que estaba ambientada como si estuvieras dentro de una barra de chocolate, las mesas eran una mini tableta y las sillas chocolate fundido, el mostrador de cristal, como una vitrina y debajo tiene distintos chocolates, las estanterías de el mostrador eran como brownies.

-Hola, buenos ¿días qué desea?
-Hola, ¿me puedes poner un muffin de chocolate?
-Claro, dos cincuenta- abro mi bolso, busco mi cartera, la abro, y odio a Mel que me “robó” mi dinero para el bus.
Dios mío qué vergüenza…
-Lo siento, no llevo dinero.
¡Tierra, trágame! Qué vergüenza…
De detrás de mí, surge una voz.
-Ya pago yo.
Me giré para ver quién se había ofrecido a comprarme el desayuno, era un chico rubio, alto , en definitiva: guapo. Y no pude por más que lo intenté sonrojarme.
-Gracias pero no puedo… No me gusta tener deudas- dije en tono sarcástico.
-Pues no lo tomes como un préstamo, tómalo como una primera cita.
¡Ualaaaaa! Tierra llamando a Carol despierta y quita es cara de “ que mono que eres…” pero reconozcámoslo, motivos para tenerla, había.
Me sonrojé, sonreí levemente y bajé la cabeza.
-De acuerdo.
Por un momento pensé que me gustaría que Mel me robara más a menudo.
Así que pagó y fuimos caminando hasta que reparé en una cosa:
-¿a qué instituto vas?
-A el que está a la vuelta de la esquina.
-Qué casualidad… yo también, es raro que nunca te hubiera visto.
-Sí, rarísimo…- se rió y bajó la cabeza como indignado…-
-¿Qué pasa?
-Nada… cosas mías.
Cuando llegamos a la puerta del colegio me dio dos besos y se despidió.
-Bueno ya nos veremos, yo tengo filosofía, ¿tú?
-Naturales…
-¡Suerte!
-La necesitaré.
Sonreímos y nos fuimos cada uno en nuestra dirección pero antes de dar cuatro pasos:
-¡Hey!-me giré- la primera cita me ha encantado pero… ¿para cuándo la segunda?
Me reí y me fui. Solo después reparé en que ni sabía su nombre.



En clase de naturales, después de soportar a la señora Ross una hora, suena la campana y salgo turbo propulsada de la clase justo cuando la señora Ross dice:
-Y recordad, mañana, conferencia sobre los sueños, que nadie lo olvide, por favor. Que el último apague las luces, por favor.
Me parece gracioso, que haya una conferencia de sueños después de mi sueño de hoy.
Muy gracioso…

Mi móvil vibró en mi bolsillo trasero y lo cogí.
-¿Sí?
-Ya estamos con los “si”.-era Mel.
-¿Dónde estás?
- Te dije que hoy entraba a las diez porque no hay clases.
- Lo siento, se me había olvidado por completo.
-Sí, bueno, esto…¿ya has superado tu fase
Chica-depresiva-que-nunca-va-a-salir-con-más-chicos?
-Sí, eso creo ¿por?
- Es que las chicas y yo hemos pensado ir por algún sitio mañana, supongo que querrás venir, ¿no?
-Sí claro, por qué no ¿Dónde y cuándo?
-A las ocho en Central Park.
-¿Quiénes vamos?
-Las de siempre…
-Pues hasta entonces.
-Sí, ¡ pero nos veremos antes!
- También, también.
-Hasta luego- dijimos a la vez y colgamos.


De repente vi que había algo raro en la petición de Mel.
-Hola, Carol, ¿tan poco tiempo puedes vivir sin mi?
-¿Con quién es la cita?
-¿Qué cita?
-La que me has planeado.
-¿Sabías que leer el pensamiento es malo?
-Dímelo…
-Vale, pero que sepa s que me has chafado la sorpresa.
- Dímelo y ya
-Con Alex.
-¿Alex?
-Sí, se sienta contigo en historia y me pidió una cita contigo…
-¡Pero si casi no lo conozco, por decir que no tengo ni la más remota idea de quién es!
-Pero él si…digamos que se sabe tu vida al completo y que sí que te conoce.
-¿Un psicópata?
-No, ¡un bombón!
-No sé…
-Va… hazlo por mí. O te lo quedas tu o me lo quedo yo…
-¡Mel!
-Bueno, que me dices
-De acuerdo… allí estaré
-Te quieroooo
-Te odiooo

Es impresionante, SIEMPRE CONSIGUE LO QUE SE PROPONE Bueno, decidí ir a la siguiente clase.

Timbre. Termina la clase de Ingles.

Veo que Mel avanza de su taquilla a la mía que están a cinco taquillas de distancia.

-¡Ey! Carol, comemos juntas, ¿no?
-Si claro, ¿dónde?
-En mi casa no hay nadie…salvo una lasaña de mi abuela que pide a gritos desaparecer en mi estómago.
Me río, me encanta la personalidad de Mel, de allí que sea mi mejor amiga.
-Está bien, ¡a por la lasaña!
Después de eso el día transcurre lento y aburrido, las horas pasan, las lecciones también y por fin suena la campana final
El grito de liberación.


Ya estábamos en casa de Mel, con la lasaña delante de la mesa de la salita.
-Bueno y ¿qué te piensas poner?
-No lo sé, solo es una cita…
Mel me interrumpió:
-Una cita con el tío más bueno del instituto
-No tienes remedio…pues la verdad es que no lo había pensado…tal vez el vestido azul…
- ¡Me encanta!, con ese seguro que lo cazas, espera-se quedó con expresión pensativa-¡ya lo has cazado!
-Tienes razón, ¡debería ir con un saco de patatas!
-Ni se te ocurra o…
-O…¿qué?
-¡O esto!-cogió una almohada y me la estampó en la cara, yo hice lo propio y la imité, comenzando una gran guerra de almohadas.
-¡Esta bien! ¡Lección aprendida! Me decanto por el vestido…
-Joo ahora que me divertía podías haber esperado un poco para rendirte.
-Por mi…-y le devolví el golpe, siguiendo la guerra.

Momentos después, estábamos las dos rendidas, casi sin aliento y con plumas por todo.
Mel levantó un dedo y dijo en tono cansado:
-Pero que conste que he ganado yo.
-Lo que tú digas…
-Pues eso.
-¿Cómo es?
-El qué
-Alex.
- Meeec, secreto profesional.
- ¿Te he dicho ya que te odio?
-Sí, unas cuantas veces
La miré desafiante, lo que consiguió que no paráramos de reír.
-Bueno… yo me tengo que ir
- ¿Adónde?
-Ensayo
-¿Todavía?
-Sí, la obras de teatro no se hacen solas…
-Vale, vale, pero… ni se te ocurra llegar tarde…

El teatro era mi sueño, mi afición y mi pasión.
Quería ser actriz, sí, lo sé, un sueño un tanto inalcanzable… pero al fin y al cabo un sueño…
Actuaba en una obra de Calderón de la Barca La vida es sueño. Hacía de Rosaura, hija de Clotaldo.
Y como él mismo dice en su obra:

¿qué es la vida? Un frenesí. ¿qué es la vida? una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.


Fui al ensayo y todo salió genial, todos nos sabíamos nuestros papeles y la obra era dentro de tres meses. (Aprendíamos rápido)
Nos dijeron que quedábamos dos veces más antes de la última semana, y que esta ensayaríamos todos los días.





Estaba en mi casa vistiéndome cuando pienso en mi cita , mientras que, será casualidad pero en la radio suena una canción
“ Yo no quiero que me des tu amor, ni una seria relación”
”Cuando salga el sol, olvídate de mí”
Exactamente lo que quería de Alex… o eso creía yo. Sonreí delante del espejo, y este me devuelve la sonrisa. Lista.






Eran las ocho, estaba en la puerta principal de CP, donde había quedado con Alex. Llevaba el vestidito azul marino con una rebeca blanca y unos tacones color marrón. Mi melena rubia iba suelta, se deslizaba suavemente sobre mis hombros y, mis ojos verdes, estaban contentos y llenos de felicidad por haber pasado finalmente la última página de aquella historia de Daniel.

-Hola, Caroline.
Ahora entendía lo que decía Mel ¡el chico estaba de miedo!: pelo rubio, más o menos corto, ojos azules, cuerpo propio de un jugador de futbol…¡para comérselo ! y un muffin de chocolate en la mano…

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